Gamoneda: Naturaleza y funciones de la poesía

 Ya casi hace dos años, el 5 de mayo de 2023 tuve la oportunidad de escuchar en persona a Antonio Gamoneda en un acto que le reunió en la Universitat de Barcelona con el entonces reciente premio Cervantes el venezolano Rafael Cadenas. En ese acto, lastrado por la introducción protocolaria y también por el protagonismo de la situación en Venezuela, Gamoneda trató en vano de situar en el centro del evento un diálogo sobre qué es la poesía. Pero alcanzó a dibujar la imagen de un poeta, cualquier poeta, como un ser que se sitúa en el momento del primer antepasado nuestro que trató de ponerle nombre a una manzana.

Afortunadamente, el internauta curioso puede acceder a un acto en el Instituto Cervantes de septiembre de 2019 en el que Gamoneda se explaya y se explica mejor en estos menesteres. En la conferencia titulada "Naturaleza y funciones de la poesía", enmarcada en un acto de presentación de un libro audio con poemas suyos, Gamoneda se muestra locuaz y vehemente ante un público entregado a sus palabras. Veamos algunas de esas ideas resumidas de este vídeo, cuyo enlace ofrezco al final de este post.

Para Gamoneda, la poesía es un acto de salvación, no únicamente personal, sino también social. Juega para él un papel fundamental en la creación de una sensibilidad crítica dentro de la sociedad, de resistencia y transformación. La poesía cuestiona y deshace significados establecidos, se opone claramente a los discursos dominantes. Es un vehículo de liberación no sólo para el autor, sino también para la comunidad que conforma con sus lectores, una comunidad en la que se acrecienta la conciencia crítica. No cambia la sociedad de forma directa, pero puede influir en el cambio de percepción de las personas, les puede enseñar a mirar de otra forma.

Para ello, la poesía ha de situarse antes de que el hombre se modele con el lenguaje, de que adopte prejuicios, lemas, ideologías a través de las palabras de la tribu, como diría Valente. Ha de situarse en el momento inicial en que el hombre siente la necesidad de nombrar la realidad, de dar nombre a las cosas y a las emociones desnudando sus palabras de ideas preconcebidas y lugares comunes. La poesía provoca una especie de chispa o deslumbramiento, donde la palabra misma genera la realidad nombrada.

La poesía va más allá de lo lingüístico y se adentra en el ámbito de lo sensible y lo misterioso. En buena medida es una herencia de su nacimiento en la oralidad, en un contexto de contacto directo con una audiencia. Y así la poesía y el ritmo no tienen tanto una vinculación de acentos y tonalidades sino sobre todo una relación más carnal y ancestral, la del ritmo del corazón. Lo mismo con la música.

Para Gamoneda, el acto de decir crea y revela lo que se ha pensado; en la poesía se piensa lo que se dice, y se piensa mientras se dice. Y el poeta, o su lector, parece descubrir cómo nacen las cosas al intentar verlas como si nunca las hubiese visto antes. Esa sensación es efímera, ha de trasladarse o no a un poema, aunque sea como en Szymborska para certificar el proceso de esa existencia tan efímera:

Cuando pronuncio la palabra Futuro, / la primera sílaba pertenece ya al pasado.